Jerónimos es uno de los grandes referentes del lujo en la capital. Se trata de una zona delimitada entre la calle Alfonso XII y el Paseo del Prado, que alberga estrechas callecitas de sabor afrancesado con avenidas más amplias. Fachadas señoriales y áticos con las mejores vistas de la ciudad, hacia el parque del Retiro. Aquí podremos encontrar algunos de los inmuebles más distinguidos de Madrid, caracterizados por su estilo barroco y elementos arquitectónicos destacados como forjados interiores, altos techos y estancias amplias con vistas al pulmón verde de Madrid.
El parque del Buen Retiro es, sin duda, uno de sus mayores reclamos. Y es que contar con la posibilidad de disfrutar de uno de los mayores espacios verdes de la ciudad a tan solo unos metros de casa es un verdadero privilegio. Idóneo tanto para realizar ejercicio -se trata de una de las zonas preferidas por los madrileños para el running– como para pasear o que los niños disfruten en sus zonas de columpios. Durante el fin de semana, el parque del Retiro es un punto de encuentro para las familias, donde disfrutar de una mañana con las bicicletas o simplemente tomar el aperitivo.
Enclavado en el Triángulo del Arte, el barrio de los Jerónimos ofrece algunas maravillas culturales como el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía. Pero es que además Jerónimos pone al alcance de residentes y madrileños en general espacios históricos como la iglesia de San Jerónimo el Real y el Palacio de Cibeles, y espacios naturales únicos como el Real Jardín Botánico.
La zona la completan coquetos restaurantes, galerías de arte, hoteles de lujo y tiendas de toda la vida que tienen una identidad propia difícil de describir.
Un barrio esencialmente aristocrático, aunque no por ello pierde su carácter afable y hospitalario. Una zona con personalidad propia, que atrae a un tipo muy concreto de personas: las que valoran privacidad y excelencia de igual modo. Una vida tranquila y sofisticada, alejada del bullicio de otros barrios, gozando de una tranquilidad inusitada en el centro de una ciudad como Madrid. Pero, a su vez, disfrutando de los mejores y más trendy lugares de ocio en barrios colindantes como Salamanca -en la propia plaza de la Independencia- o Cortes -cruzando el Paseo del Prado-.